26 febrero, 2011

Primaverandome...



Hoy no  es  el 
día   que  me  salgan palabras 
que  pueda  convertir  en  algo que  se  asemeje 
a  poesía.


Me  senté  donde  acostumbro,tranquila,y  quise
escribir   desde  mi Yo  interno,vestida con la
Primavera,mirándola,oliéndola,y  pensando que  hasta 
lo  


hermoso  trae  penas y
ahí, como  Juan que se  mata , me desboco en suspiros.


Sentí nostalgia de  ciertos  olores  y 
colores,muchos inconfundibles , que aún guardo  en    un 
recoveco  de  mi  mente y que  además  tienen cada
uno su 


color y desde  dentro ,
me  viven,dicen y sienten.


Me  puebla  de nuevo  la 
Primavera,  se  vuelven  alborotar  las  hormonas, estoy 
viva!!!, los recuerdos siguen siendo  muy 
dulces,y    la realidad,con mi   


cabeza caótica,me lleva  a cumplir 
sueños para esta  vida 
y  este  carácter.,que  a veces  los  lucho 
y  otras,los dejo  ahí  para seguir sintiendo  cosquilleos 
en el 


corazón.


Nadie  me  quita el derecho  de  subirme 
el  autoestima  a mi  manera,cuando sin ropas  me 
pongo a  bailar  delante de espejos,para  luego  vestirme 
y   


ponerme  un 
camisón,y  volver  a ser 
la  loca de siempre,pero  con una  gordura  increible de  mi 
ego.


Sigo  sintiéndome segura  cuando  paso  delante
de  un  grupo  de  hombres,a veces  algunos 
me  hacen  sentir  mucha  hembra  y  otros 
me dejan sin 


respiración,quizás  la  actitud  les 
moleste,pero   


aprendí  que  esa es  la  que  te  hace 
todo  lo  demás.si  arrastras  los  tacones así 
llevarás  tu  alma  por  la  vida,y  la 
mía,vapuleada  a veces,siempre se 


alimenta  de  las 
cosas  sencillas  que  adquirí.


Llega la Primavera y me vuelve a
hacer dura,porque  aprendí
a  no  contar mis  problemas  , a  lamerme  las 
heridas sola  hasta que se curen  y  renacer 


como  aquel 
pájaro,pero  llena de cicatrices bajo la  piel ,


enganchadas  a  la 
vida , algunas 
desechadas  y  otras , para siempre, porque cuando  me 
las  miro , sé  de que  van.


Me alumbra,me encandila,me
palpita,me cala,me conquista,me habita y  hace  nido en  mi.


En esta  Primavera seguiré dándole de  comer  a  los 
pecados y sintiéndome culpable de saber amar .